miércoles, 15 de octubre de 2025

Blockchain en la Biblioteconomía y Documentación: una vía para la preservación y registro inalterable

Introducción

En los últimos años, la tecnología blockchain ha trascendido su origen vinculado a las criptomonedas para convertirse en un modelo de almacenamiento y validación de información distribuida, aplicable a múltiples ámbitos, entre ellos la Biblioteconomía y Documentación. En esencia, la blockchain es una cadena de bloques compuesta por registros digitales (bloques) enlazados entre sí mediante algoritmos criptográficos. Estos bloques almacenan información que, una vez validada y añadida a la cadena, no puede modificarse sin alterar toda su estructura, garantizando así la inmutabilidad y autenticidad de los datos.

Cada bloque contiene tres elementos básicos: los datos, una huella digital o hash que lo identifica de forma única, y el hash del bloque anterior, generando una secuencia inquebrantable. Gracias a la validación mediante consenso distribuido entre múltiples nodos de la red, ningún actor puede modificar un registro de manera unilateral. Esta arquitectura convierte a la blockchain en un sistema robusto frente a la manipulación o pérdida de información, principios fundamentales en los sistemas documentales y archivísticos.



Diagrama de funcionamiento de la cadena de bloques
Ilustración 1. Diagrama de funcionamiento de la cadena de bloques. Fuente: https://doi.org/10.7307/ptt.v35i5.187

Análisis personal

Desde una perspectiva profesional en documentación, la blockchain representa una solución tecnológica particularmente interesante para los sistemas de archivo que requieren garantizar la integridad y el origen de la información. A diferencia de las bases de datos tradicionales, en las que la modificación o eliminación de registros puede producirse con relativa facilidad, una cadena de bloques certifica la existencia de cada dato mediante un consenso distribuido y un sello temporal (timestamp) criptográficamente seguro.

En el contexto de las administraciones públicas, su aplicación permitiría crear registros documentales verificables por cualquier entidad, reduciendo la posibilidad de manipulación fraudulenta en actas, expedientes o documentos notariales digitalizados. Los archivos digitales basados en blockchain podrían operar como sistemas de trazabilidad completa: cada operación de creación, consulta o transferencia documental podría quedar autenticada y registrada sin posibilidad de alteración posterior.

No obstante, el despliegue de esta tecnología exige un rediseño normativo y procedimental. La interoperabilidad con los sistemas actuales de gestión documental, la necesidad de escalabilidad y los costes energéticos del mantenimiento de nodos son factores que requieren evaluación antes de su implementación a gran escala. Aun así, para archivos históricos o repositorios de documentos jurídicos de larga duración, su valor como garantía de autenticidad y preservación digital a perpetuidad resulta incuestionable.



Conclusiones

La tecnología blockchain aporta una nueva dimensión a la función de custodia documental, al ofrecer un modelo de almacenamiento distribuido que refuerza la fiabilidad y la permanencia de los registros. Si bien no sustituye las políticas archivísticas ni los estándares internacionales de preservación digital, puede integrarse como una capa adicional de certificación y transparencia en el ciclo de vida de la información.

Las instituciones documentales y las administraciones públicas tienen ante sí la oportunidad de experimentar con proyectos piloto que aprovechen su potencial. Comprender y adaptar esta tecnología a los principios de la Biblioteconomía y Documentación podría marcar un antes y un después en la confianza ciudadana en los sistemas de información pública y en la preservación de la memoria digital colectiva.



Referencias

Desinformación y Posverdad: desafíos para la profesión documental

Introducción

En la era digital, la sobreabundancia de datos ha transformado profundamente el ecosistema informativo. Junto al acceso masivo al conocimiento, ha emergido un fenómeno preocupante: la proliferación de información falsa o manipulada. La desinformación y la posverdad se han consolidado como amenazas directas tanto para la democracia como para la confianza pública en las fuentes de información. Este escenario plantea a los profesionales de la información un reto sin precedentes: defender la veracidad y enseñar a la ciudadanía a evaluar críticamente los mensajes que circulan en entornos digitales saturados.



Análisis personal

La comprensión conceptual resulta esencial para abordar el fenómeno:

  • Fake News: información fabricada deliberadamente para parecer legítima, con fines de manipulación política, ideológica o económica.
  • Desinformación: información falsa difundida con intención de engañar o dañar intereses sociales, políticos o institucionales.
  • Posverdad: contexto donde los hechos objetivos pesan menos que las emociones o creencias personales en la formación de la opinión pública.

Las noticias falsas actuales son cada vez más sofisticadas y no necesariamente generadas por individuos o grupos marginales. En muchos casos, su efectividad radica en la repetición sistemática y la difusión masiva a través de todos los espectros editoriales y de opinión, lo que las convierte en mentiras particularmente peligrosas. Estas falsedades, al presentarse con apariencia de consenso mediático, logran moldear percepciones colectivas e incluso alterar comportamientos culturales o electorales. Desde esta perspectiva, es necesario formular preguntas críticas antes de aceptar la veracidad de un mensaje:

  • ¿A quién beneficia la noticia?
  • ¿Quién es su verdadero destinatario?
  • ¿Cuál es su nivel de difusión y qué coste implica su propagación?
  • ¿Qué grado de sofisticación presentan los medios que la difunden?
  • ¿Qué cambios sociales, políticos o económicos acompañan su circulación?
Los medios de comunicación y redes sociales del ecosistema digital, se han convertido en cajas de resonancia, tanto de las noticias fehacientes, como de hechos artificiales, construídos y definidos para confundir y generar un caos difícil de discernir, en el que construir relatos, ideas e incluso cambiar la opinión pública.
Ilustración 1. Los medios de comunicación y redes sociales del ecosistema digital, se han convertido en cajas de resonancia, tanto de las noticias fehacientes, como de hechos artificiales, construídos y definidos para confundir y generar un caos difícil de discernir, en el que construir relatos, ideas e incluso cambiar la opinión pública.

La detección de noticias falsas debe partir de un enfoque metodológico riguroso sustentado en el uso y revisión de fuentes primarias verificables, la evaluación crítica del emisor, la verificación cruzada de datos con fuentes independientes y el análisis técnico de posibles manipulaciones digitales en imágenes o vídeos.

Los bibliotecarios y documentalistas, en este sentido, se erigen como guardianes de la veracidad informativa. Su labor no se limita a preservar la memoria documental, sino también a fortalecer las competencias informacionales de la ciudadanía. Entre sus estrategias profesionales destacan el desarrollo de programas de alfabetización mediática, la creación de guías de verificación de fuentes, la promoción del escepticismo saludable ante las noticias virales y el fomento de la diversidad de perspectivas. En un entorno donde proliferan las cámaras de eco y las burbujas de filtro, estas intervenciones resultan fundamentales para contrarrestar el sesgo informativo y recuperar el sentido crítico en la interpretación de la realidad.



Conclusiones

La desinformación y la posverdad constituyen retos estructurales que afectan las bases mismas del conocimiento social. Frente a la sofisticación creciente de las noticias falsas y su uso estratégico como arma de influencia, se hace indispensable una respuesta profesional articulada desde la biblioteconomía y la documentación. El futuro de la alfabetización mediática dependerá de la capacidad de estos profesionales para integrar herramientas de verificación, análisis ético y educación crítica en la gestión de la información. Así, preservar la veracidad no solo es una tarea técnica, sino un compromiso ético con la sociedad.

Referencias

lunes, 13 de octubre de 2025

Glosario colaborativo de la asignatura


 
Una página web colaborativa en Notion es una herramienta versátil que permite a equipos o comunidades trabajar juntos en un mismo espacio digital, compartiendo, editando y organizando contenido en tiempo real sin importar ubicación o dispositivo. 

Cómo trabajar con una página web colaborativa de Notion 


Crear y organizar la página 
Primero, creas una página dentro de tu espacio de trabajo (workspace), que puede ser totalmente nueva o basada en alguna plantilla para facilitar la estructura. Puedes personalizarla con texto, imágenes, tablas, listas, bases de datos y otros bloques de contenido. Para crear una página, usas la opción “+ Nuevo” en la barra lateral de Notion. 

Compartir la página para colaboración 
En la esquina superior derecha de la página, tienes un botón “Compartir” desde donde puedes invitar a colaboradores. Puedes compartir la página con personas específicas, miembros del equipo o incluso generar un enlace público con diferentes niveles de permiso: solo visualización, comentar, o poder editar. Personas no registradas en el workspace pueden sumarse como invitados. 

Permisos y niveles de acceso 
Notion permite granularidad en los permisos, pudiendo controlar quién puede ver, comentar o editar la página. Estos permisos se pueden ajustar para cada persona o grupo, garantizando que el contenido se maneje de forma segura y eficiente. 

Colaboración en tiempo real y comunicación 
Múltiples usuarios pueden trabajar simultáneamente en la misma página sin conflictos. Además, Notion permite usar comentarios en bloques específicos y menciones con “@usuario” para facilitar la comunicación dentro del documento, incluso en colaboración asíncrona. 

Seguimiento y notificaciones 
Puedes recibir notificaciones sobre cambios, comentarios o menciones relevantes para estar siempre actualizado sin importar el dispositivo o lugar desde donde trabajes. 

Espacios de equipo 
Los espacios de equipo funcionan como áreas dedicadas dentro del workspace para que grupos específicos tengan acceso inmediato a las páginas compartidas. También puedes arrastrar páginas privadas a estos espacios para compartirlas automáticamente con todo el equipo. 

Algunas referencias útiles

lunes, 22 de septiembre de 2025

Infoxicación e Inteligencia Artificial al límite de las Fake News

Introducción

La sociedad contemporánea se caracteriza por un flujo constante e ininterrumpido de información. A través de las redes sociales, buscadores y plataformas digitales convivimos con una sobreabundancia de datos que, en muchas ocasiones, no podemos procesar de manera consciente. Este fenómeno recibe el nombre de infoxicación. El exceso de mensajes, artículos, imágenes y vídeos produce una saturación que limita nuestra capacidad para discriminar entre lo verdadero y lo falso. En paralelo, el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) ha introducido nuevas dinámicas en la creación y propagación de contenidos. Los algoritmos no solo filtran la información según nuestros intereses, sino que también pueden generarla, lo que aumenta la sofisticación de fenómenos como las fake news. Este artículo reflexiona sobre las relaciones entre infoxicación e inteligencia artificial, poniendo especial atención en cómo se difuminan las fronteras entre realidad y manipulación. El objetivo es invitar a futuros profesionales de la información y la documentación a replantear su papel en un ecosistema donde las noticias falsas circulan con rapidez y donde su impacto social, político y cultural resulta cada vez más profundo.


Análisis personal

La infoxicación representa uno de los retos más complejos de la era digital. Su origen no radica simplemente en la abundancia de datos, sino en la imposibilidad de asimilarlos y evaluarlos críticamente en tiempo real. Como futuros documentalistas y bibliotecarios, los estudiantes deben comprender que el valor no está en el acceso ilimitado a la información, sino en la capacidad de seleccionarla, validarla y contextualizarla. En este sentido, la inteligencia artificial puede ser al mismo tiempo aliada y amenaza.

La IA, aplicada en motores de búsqueda y sistemas de recomendación, nos ayuda a filtrar la información más relevante. Sin embargo, al basarse en algoritmos diseñados para maximizar la interacción, refuerza nuestros sesgos y nos encierra en burbujas de filtrado. Más aún, la aparición de inteligencias artificiales generativas incrementa la complejidad del fenómeno: hoy no solo reproducen noticias, sino que también las inventan con apariencia de autenticidad. Imágenes falsas, vídeos manipulados y textos fabricados con coherencia narrativa son ejemplos de esta transformación, que desafía nuestra confianza en lo que vemos o leemos.

Vídeo 1. Alfons Cornella, autor del concepto "infoxicación" en una entrevista sobre la Inteligencia Artificial, hace 8 años, en la que su opinión visionaría, hoy en día se está cumpliendo indefectiblemente

Desde la biblioteconomía y documentación, esta realidad plantea un giro ético y profesional. Ya no basta con organizar colecciones o diseñar catálogos; resulta indispensable asumir el rol de mediadores críticos que enseñan a identificar fuentes fiables y a manejar herramientas de verificación digital. Además, la alfabetización informacional se convierte en un recurso imprescindible: formar a los ciudadanos para que reconozcan patrones de desinformación, para que comprendan la lógica algorítmica y aprendan a convivir con el riesgo de la manipulación.

Al analizar este problema en conexión con otras disciplinas, podemos observar paralelismos claros con la comunicación social, la ética y la política. La manipulación informativa alimentada por IA incide en procesos electorales, en la percepción pública de conflictos y en la construcción de opinión colectiva. Por ello, la responsabilidad del profesional de la documentación se amplía hacia la defensa de la democracia y de la transparencia. Esta situación nos obliga a replantear la clásica imagen del bibliotecario como custodio del conocimiento: ahora se espera que sea un agente activo frente a la desinformación, un guía entre océanos de datos inciertos.


Conclusiones

La convergencia entre infoxicación e inteligencia artificial al límite de las fake news exige una reflexión profunda sobre el papel de los profesionales de la información. La saturación de datos y la capacidad de la IA para producir contenidos falsos obligan a adquirir competencias críticas y éticas, más allá de lo estrictamente técnico. Frente a un universo informativo donde la verdad se relativiza y la mentira se disfraza de verosimilitud, nuestra tarea se centra en educar, verificar y mediar. La pregunta que queda abierta para el debate es clara: ¿Cómo formar ciudadanos y profesionales capaces de resistir la manipulación informativa sin renunciar a las ventajas de la inteligencia artificial?


Referencias

miércoles, 17 de septiembre de 2025

La IA Generativa llega a las Bibliotecas: ¿Revolución o Amenaza para los Futuros Profesionales?

Introducción

Imagina que llegas a tu biblioteca universitaria y en lugar de dirigirte al mostrador de información, simplemente le preguntas a una IA: "Necesito fuentes sobre sostenibilidad urbana para mi TFG". En segundos, obtienes no solo las referencias bibliográficas más relevantes, sino también resúmenes personalizados y sugerencias de metodología. ¿Ciencia ficción? No, es la realidad que ya está transformando nuestra profesión.

Como docente que forma a los futuros bibliotecarios y documentalistas, considero esencial que los estudiantes comprendan que no solo están aprendiendo sobre bibliotecas tradicionales, sino que se están preparando para trabajar en un entorno donde la IA será una herramienta cotidiana y transformadora. La inteligencia artificial generativa ha llegado para quedarse, y es momento de reflexionar sobre sus implicaciones para nuestro campo profesional.


El origen oculto: cuando la Documentación creó la IA

En mis años de investigación he llegado a una conclusión fascinante: la Recuperación de Información ha sido, paradójicamente, una de las principales responsables del desarrollo actual de la IA. Los algoritmos que hoy permiten a ChatGPT responder de manera coherente tienen sus raíces en técnicas documentales que enseñamos en nuestras aulas: clasificación de documentos, categorización automática, y modelado de vectores de palabras.

El punto de inflexión llega en diciembre de 2022 con el lanzamiento público de ChatGPT. Su arquitectura Transformer permite procesar datos en paralelo y asignar pesos a las variables más relevantes, lo que mejora enormemente los resultados. Los usuarios ya no necesitan realizar múltiples búsquedas en Google; pueden obtener respuestas complejas directamente de la IA, que construye respuestas coherentes utilizando cálculos probabilísticos palabra por palabra.

Sin embargo, no debemos caer en el tecno-optimismo. Existen problemáticas críticas que nuestros estudiantes deben considerar como futuros profesionales: la posible deshumanización debido a la automatización, que podría limitar el desarrollo intelectual; la necesidad de adaptación profesional, adquiriendo nuevos conocimientos y roles; las implicaciones éticas y de privacidad; y el riesgo de dependencia excesiva de la IA, aceptando sus sesgos sin juicio crítico.

La IA ya puede realizar tareas que considerábamos exclusivamente humanas: catalogación, clasificación, creación de tesauros, generación de resúmenes, búsquedas bibliográficas, e incluso reconocimiento de objetos en imágenes. Mi conclusión es clara: aunque la IA no sustituirá a los profesionales a corto plazo, sí transformará radicalmente el trabajo bibliotecario, liberando de tareas repetitivas pero exigiendo mayor especialización y creatividad.

La Inteligencia Artificial como ChatGPT representa un futuro en el que aún no hemos empezado a escribir cómo queremos participar y contribuir. Estamos en un momento decisivo como profesionales de la información, para tomar parte en esta revolución tecnológica.
Ilustración 1. El nudo gordiano de la Inteligencia Artificial, nos lleva a plantear distintas cuestiones como por ejemplo el papel del profesional de la información como mediador necesario, o bien la automatización de las tareas documentales que puede realizar la IA, o bien el cambio de paradigma en la recuperación de información, donde ya no buscamos, esperamos la respuesta elaborada a nuestros problemas e inquietudes.



Análisis personal

Como profesor universitario que ha dedicado más de una década a la investigación en recuperación de información y automatización de unidades documentales, este tema me genera tanto esperanza como preocupación. Por un lado, es emocionante ver cómo las teorías y técnicas que hemos desarrollado en nuestro campo están en la base de esta revolución tecnológica. Por otro, como formador de futuros profesionales, me pregunto constantemente: ¿estamos preparando adecuadamente a nuestros estudiantes para este nuevo paradigma?

La respuesta, según mi experiencia docente e investigadora, es que debemos transformar radicalmente nuestro enfoque pedagógico. Ya no basta con enseñar técnicas tradicionales de catalogación o clasificación. Nuestros estudiantes necesitan entender cómo funciona la IA, sus limitaciones, y sobre todo, cómo mantener el juicio crítico profesional en un entorno automatizado.

Me resulta particularmente relevante la idea de convertirnos en "mediadores de la IA". Esto conecta directamente con la función tradicional del bibliotecario como intermediario entre la información y el usuario, pero añade una capa de complejidad: ahora debemos ser expertos no solo en fuentes de información, sino también en algoritmos, sesgos de la IA, y evaluación de respuestas automatizadas.

Desde mi experiencia desarrollando herramientas tecnológicas para bibliotecas, veo que la clave está en formar profesionales híbridos: que dominen tanto las competencias tradicionales como las nuevas tecnologías. En mis clases ya estoy introduciendo conceptos de programación básica y análisis crítico de sistemas de IA, porque creo firmemente que nuestros egresados no pueden ser usuarios pasivos de estas tecnologías.


Conclusiones

La IA generativa no representa una amenaza para nuestra profesión, sino una oportunidad histórica para redefinirla y elevarla. Los bibliotecarios y documentalistas del futuro serán profesionales híbridos: expertos en información tradicional y nuevas tecnologías, capaces de aprovechar la potencia de la IA manteniendo el juicio crítico humano.

Como docente, mi compromiso es preparar a los estudiantes para liderar esta transformación, equipándolos con las herramientas técnicas necesarias sin perder de vista nuestros valores profesionales fundamentales: el servicio al usuario, la ética de la información, y el compromiso con el acceso equitativo al conocimiento.

La pregunta no es si la IA cambiará nuestra profesión, sino cómo formaremos a la generación que liderará esta transformación.


Referencia

  • Este post se basa en reflexiones de una próxima publicación sobre IA generativa en Documentación, desarrollada en colaboración con la profesora María Antonia Ovalle Perandones de la UCM.

Blockchain en la Biblioteconomía y Documentación: una vía para la preservación y registro inalterable

Introducción En los últimos años, la tecnología blockchain ha trascendido su origen vinculado a las criptomonedas para ...